Otomíes
Etnias de Michoacán
Otomíes

Origen de la palabra otomí
En la historia de México es común que se conozcan a los diversos pueblos no cómo estos se autodenominan/autodenominaron sino por el vocablo utilizado por pueblos más poderosos para referirse a ellos.
El término otomí desciende del náhuatl y significa “quien camina con flechas” o “flechador de pájaros”.
En la historia de México es común que se conozcan a los diversos pueblos no cómo estos se autodenominan/autodenominaron sino por el vocablo utilizado por pueblos más poderosos para referirse a ellos.
El término otomí desciende del náhuatl y significa “quien camina con flechas” o “flechador de pájaros”.
Ubicación:
La zona central de México es el lugar en donde se asentaron los otomíes. En la actualidad se encuentran en los estados de México, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Puebla y Veracruz.
Los otomíes son considerados el pueblo original de las tierras altas de México. Los hallazgos arqueológicos indican que se asentaron cerca del año 8.000 a.C.Este pueblo presentó una gran división en cuanto al uso de la lengua. De este modo, en la zona del Altiplano Central se habla la vertiente oto Pame (a esta rama pertenecen, mazahuas, chichimecas, pames, matlatzincas y tlahuicas) mientras que el resto utiliza el tlapaneco mangueada.
Cada grupo de otomíes presenta un propio vocablo para autodenominarse: hñahñu en el valle Mezquital, ñatho en Toluca, ñ’yuhu en la Sierra Norte de pueblo y ñañho en Metzquititlán.

Política:
Durante la época prehispánica, la organización social de los otomíes tenía cierto grado de complejidad. Esta estaba constituida por grupos familiares de tipo calpulli.
El calpul consiste en un barrio habitado por personas emparentadas o de un mismo linaje. Estos contaban con territorios reservados para futuras familias.
Cada uno de estos clanes tenía un espacio geográfico definido. En conjunto formaban un pueblo con una organización política común.
En este sentido, el patrón de asentamiento de los ñha-ñhú, como se denominan a sí mismos, era disperso. Y la evidencia apunta a que eran un pueblo seminómada cuyas casas eran bajas y pequeñas.
En estos asentamientos había sitios principales que eran habitados por gobernantes, sacerdotes y la nobleza. Por su parte, los macehuales (agricultores de clase humilde) vivían en los calpulli.
Así, su sistema social se basaba en dos estratos bien diferenciados: nobles (sacerdotes, propietarios y tributados) y macehuales (campesinos y tributarios).
Este sistema social estratificado funcionaba dentro de un sistema político territorial organizado en señoríos. Estos estaban formados por uno o varios pueblos que reconocían una autoridad única.
Pero solo algunos clanes podían ser cabeceras de estos señoríos. Con frecuencia, clanes vecinos luchaban para imponer o liberarse de los tributos.
Economía:
La principal actividad económica del pueblo otomí es la basada en el manejo y cultivo de diversos granos como:
- El Maíz
- El Frijol
- El Haba
- El Trigo
- La Avena
Entre otros granos que se pueden cultivar y a ellos se le anexa el del maguey, el cual presenta dos utilidades para la comunidad como la delimitación de los terrenos y la obtención del aguamiel para producir pulque.
A pesar de su poco consumo en esta etnia, la ganadería y la avicultura son parte secundaria de las actividades económicas realizadas por el pueblo otomí.
Sin embargo, las cantidades que maneja esta comunidad son muy pequeñas y son criadas en los tras patios, ya que solo cuentan con pequeños hatos de ovejas y cabras, así como también cerdos que engordan para la venta y gallinas.
Esta es una actividad más familiar y que se elabora no por toda la comunidad sino por ciertos miembros.
Vestimenta:
La vestimenta típica de los otomíes nos dice mucho sobre este pueblo indígena que se puede encontrar en distintas regiones del centro de México. Su lengua otomangueana tiene un origen prehispánico y es de las más antiguas en el territorio mexicano.
En la actualidad, el territorio que ocupan los pueblos otomíes van desde el norte de Guanajuato hasta el sureste de Tlaxcala. La mayor concentración se encuentra en los estados de México, Querétaro e Hidalgo. Según cifras de la CDI (Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas), su población supera a las 660,000 personas, siendo el quinto pueblo indígena más numeroso de México.
Un detalle importante que se debe de tener en cuenta es que el termino otomí no es nativo del pueblo al que se hace referencia, La palabra otomí proviene del náhuatl y en el término de los antiguos mexicas significa “camina con flechas”.
Las mujeres otomíes suelen usar una manta blanca o una camisa con un escote cuadrado que tiene un bordado alrededor de la pechera. Usan quechquémeles de color morado, azul o negro, los cuales tienen finas rayas blancas y una greca bordada a su alrededor.
Por su parte, los hombres usan una camisa de manta debajo del sarape. El calzón lo llevan sujeto por un ceñidor. Usan huaraches con una suela de cuero y su pie queda cubierto por cinco tiras de cuero.
Religión:
Los otomíes rinden culto a las fuerzas de la naturaleza, el sol, la lluvia en las montañas, y sus creencias ancestrales giran alrededor del curanderismo y la brujería.
La religión de los otomíes pone al curandero como una persona capaz de succionar el mal del cuerpo de una persona, curando así las enfermedades del tipo anímicas.
El brujo o nahual, es una persona que tiene la habilidad de cambiar de forma para convertirse en animales, como el guajolote, el cerdo o el perro. Estos seres se alimentan de sangre y pueden bien representar una fuerza positiva como un espíritu demoníaco.
La leyenda del nahual es de amplia distribución en los poblados más aislados de México, generando un verdadero temor entre los habitantes de dichas zonas.
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